Uno de los equipos que ha venido revolucionar la industria agroalimentaria en el tema de recepción y manejo de granos ha sido, sin lugar a dudas, el elevador de cangilones. En el pasado, el tema de las descargas de camiones y tolvas de ferrocarril, los tiempos de descarga eran demasiado largos, ocasionando pérdidas económicas y molestias, tanto de los clientes como de los proveedores. Anteriormente, el no contar con un equipo ágil para la recepción de granos dificultaba toda la operación.
Un elevador es un equipo denominado mecanización, en la cual la tarea principal es elevar el grano captado en la reciba y pasarlo a algún tipo de transportador horizontal para continuar con el o los procesos siguientes. Estos elevadores pueden ser usados para diferentes fines, tales como el movimiento de granos, cereales, pastas, harinas, materiales ferrosos, fertilizantes, minerales, líquidos, productos terminados, entre otros. Existe una gran flexibilidad de uso y adaptabilidad para estos equipos, lo cual los hace atractivos para diferentes industrias. Estos pueden ser fabricados combinando diferentes materiales como aceros negros, galvanizados, al carbón, inoxidables y plásticos de altas resistencias.
Por lo general, el funcionamiento en cada una de las industrias es muy parecido, ya que son diseñados y construidos por lagos cuerpos llamados piernas, en secciones de tres metros, unidas entre sí por bridas atornillables para llegar a la fabricación de la altura necesaria de acuerdo al diseño del proyecto, dichas piernas pueden ser de materiales diferentes como aceros negros, galvanizados, al carbón, entre otros. Dentro de esas piernas corren bandas de diferentes anchos y calibres, mismas que llevan atornillados cangilones de diferentes tipos de materiales metálicos, plásticos o maderas, que son los que recogen el producto a elevar para depositarlo en el siguiente proceso. Otro componente importante para el correcto funcionamiento son las poleas, que vienen en diferentes diámetros, de acuerdo al diseño y a las velocidades que queremos lograr transportar el producto. También, la cabeza tensora y motriz son una parte importante del elevador, ya que son los componentes mecánicos que tensarán a la banda y causarán el movimiento de los cangilones. Es necesario diseñar todos los componentes del elevador tomando en cuenta peso y tamaño de los componentes, peso específico del producto a manejar, y la velocidad deseada para cumplir con el requerimiento funcional del proyecto.
De acuerdo al tipo de producto a manejar, será la selección de los materiales para la fabricación de un elevador de cangilones. Si estamos en la industria agropecuaria, donde se manejan granos, cereales, pastas y harinas, por lo general son elevadores galvanizados con cangilones de plástico. Participando en otras industrias, como la de minerales o fertilizantes, los equipos tienen de ser de acero inoxidable, tanto cuerpos como cangilones, por el tema de corrosiones. Las bandas, por lo general deben contar con ciertos recubrimientos específicos a base de resinas para el uso rudo al que están expuestas. En la industria de alimentos, todos los componentes deben de ser de acero inoxidable debido a inocuidad y sanidad, como requisitos indispensables en los procesos de transformación de alimentos.
Este tipo de mecanizaciones se componen, a grandes rasgos de bota, piernas, banda, cangilones y cabeza.
Una de las grandes ventajas comerciales que puede tener un centro de acopio contra sus competencias es la versatilidad de sus instalaciones. Por lo general, esto se logra teniendo varios elevadores de cangilones en su reciba, ¿Por qué? El tener solo un elevador te permite solamente hacer una función a la vez, como es recibir un producto, elevarlo y alimentar un silo de almacenamiento, pero ¿Qué pasa si, al momento de estar recibiendo un producto, se tiene la necesidad de embarcar un producto dentro de tus silos de almacenamiento a un cliente con sentido de urgencia? Si cuentas con un solo elevador, tendrías que detener la reciba para poner en marcha la descarga de los silos a través del mismo elevador para cargar un camión. Es por esto que teniendo dos elevadores, puedes hacer las dos funciones a la vez: estar recibiendo y estar embarcando simultáneamente, debido a que los flujos no se cruzan.
Si buscamos mayor versatilidad y mayor ventaja competitiva, llega la presencia del tercer y cuarto elevador. Por lo general, es para darle servicio a la secadora, tanto en su llenado como en su descarga. De esta forma podemos decir que se corren todos los procesos de una manera simultánea, recibir, embarcar, enviar a secado y descarga de secadora para almacenar. Esta sería la gran ventaja de tener más de un elevador de cangilones en un centro de acopio. Otro de los impactos fuertes a favor de esta versatilidad es que los clientes prefieren ir a hacer sus entregas a centros de acopio que cumplan con dicha versatilidad, ya que en menos tiempo son atendidos y esto les permite hacer más entregas diarias, siendo más eficientes en sus procesos, y a final del día se obtiene un mayor rendimiento económico.
El mantenimiento preventivo incrementa la vida útil del equipo, impactando en el tiempo muerto del equipo en temporada de operación. Recomendamos realizar un programa de mantenimientos, el cual incluya una inspección periódica de los componentes, limpieza general del mismo, lubricación regular de componentes y ajuste y tensión de la banda.
Recomendaciones de mantenimiento preventivo para un elevador de cangilones
- La banda del elevador debe de desplazarse solamente por el centro de la polea. Es importante revisar la alineación de la banda cada hora, durante las primeras diez horas de uso y posteriormente una vez por día. Si la banda se encuentra en contacto con la pierna del elevador, es probable que se produzca un desgaste de ambas partes y/o se puedan provocar chispas, que generan un incendio del equipo.
- Los tornillos de los cangilones se deben revisar y apretar las primeras 10, 30 y 100 horas de operación y posteriormente cada 200 horas de uso.
- Las chumaceras se deben lubricar en un intervalo de 800 a 1,000 horas de uso. Dicha lubricación se debe realizar cuando las chumaceras se encuentran calientes, es decir, mientras está el equipo en operación o inmediatamente después de haberse apagado. Nunca se debe realizar la lubricación con la chumacera fría.
- Asegurarse de realizar la inspección periódica de los niveles de aceite de los reductores según lo especificado por cada fabricante. Los cambios de aceite se deben hacer de acuerdo a lo especificado por el fabricante. La lubricación del motor debe realizarse aproximadamente cada 1,000 horas o una vez al año. También es recomendable inspeccionar los niveles de aceite en las primeras 10, 30, y 100 horas de operación y después una tensión periódica de cada 300 horas o por lo menos dos veces por año.
- La polea motriz debe de inspeccionarse las primeras 10, 30, 100, y 300 horas de uso. Después de esto se debe de inspeccionar por lo menos dos veces al año.
- Si el elevador se encuentra venteado, es decir sin torre de elevadores, inspeccione los cables, tensores y accesorios cada tres meses. Debe cerciorarse si existe deterioro o si se aflojan.
- Se debe de realizar una inspección semanal de todos los tornillos o elementos de sujeción para asegurarse que no están deteriorados o flojos.
- Realizar revisión semanal de falta o daño de cangilones.
- Ajuste los protectores o guardas de seguridad periódicamente.
En Meprosa, uno de los productos o equipos en los que más hemos invertido, tanto en tiempo, recursos económicos, diseño, capacitaciones y herramientas, es sin lugar a duda el elevador de cangilones. Hemos implementado en muchos de nuestros proyectos nuestras mecanizaciones, desarrolladas y fabricadas en nuestras plantas, así como también hemos fortalecido las alianzas con nuestros socios comerciales, representándolos y siendo líderes en la distribución de sus equipos, entre ellos Chief Industries y Essmueller. Contamos con la experiencia técnica para poder montar este tipo de mecanizaciones, que pueden ir desde cinco toneladas por hora hasta 1,500 toneladas por hora. Así como también damos el respaldo de una capacitación en sus instalaciones para la operación y el manejo de sus equipos, así como el servicio post venta. Las capacitaciones son al vacío, es decir, sin grano para después pasar a pruebas y capacitación con carga (grano) para ajustar, tensar y alinear los equipos instalados para su correcto funcionamiento.
En Meprosa tenemos una campaña de inversión interna, enfocada a mejores instalaciones de nuestras plantas actuales, con varios enfoques. Uno de nuestros enfoques más importantes es brindar un mejor ambiente de trabajo para nuestros colaboradores, teniendo en mente mejores estándares de calidad, seguridad y confort para desarrollar su trabajo. Asimismo, otro enfoque de alta importancia es la calidad de nuestros procesos, utilizando materiales de primera calidad, junto con alta capacitación de nuestra mano de obra para fabricar equipamiento de mayor calidad, durabilidad y confiabilidad para nuestros clientes.
Los invitamos a visitar alguna de las plantas de nuestros clientes, en las que hemos instalado nuestros equipos, con el fin de que verifiquen y confirmen la calidad de nuestros equipos, así como el funcionamiento de los mismos.