La limpieza de una banda transportadora resulta indispensable para conservarla en buenas condiciones por más tiempo, lo que permitirá a los usuarios sacarle el máximo provecho y alargar su tiempo de vida útil. A continuación les daremos algunas recomendaciones para hacer la limpieza de estos elementos.
La limpieza se debe ejecutar en todas las partes de instalación que se encuentran en contacto con la banda. Esto implica liberarlas de grasa, aceite, polvo, residuos de productos transportados, humedad, entre otros. Tanto poleas como rodillos, correderas, y otras partes de la instalación que vayan entra en contacto con la banda y cuyos desperfectos podrían ocasionar problemas operativos deben encontrarse igualmente limpios y no afecten el proceso de rolado de granos.
La limpieza de las bandas siempre se debe hacer cuando sea posible y para ello el sistema debe encontrarse en reposo por cuestiones de seguridad. En caso de que se presente una suciedad ligera, como partículas de polvo, puede ser suficiente hacer una limpieza con un paño suave, ya sea seco o humedecido con agua fría o caliente. Cuando la banda tiene suciedad de origen aceitoso o grasoso la mejor manera de retirarla es utilizando agua caliente y un detergente doméstico. Estos detergentes no deben ser abrasivos, y después de hacer la limpieza deben asegurarse de retirar los restos del producto perfectamente y secar la banda. Cuando las bandas tienen manchas puede recurrirse a un disolvente, en cuyo caso es indispensable respetar las indicaciones de aplicación en cuanto a temperatura, tiempo de contacto, y precauciones adicionales, y antes de utilizarlo verificar si la mancha puede eliminarse utilizando solamente agua jabonosa caliente.
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