En nuestro país, la industria lechera se mantiene en constante crecimiento. Durante los primeros cinco meses del 2021, la producción lechera aumentó a cinco mil 082.4 millones de litros. Esto supone un crecimiento estimado del 2.1% en comparación con el año pasado, según el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP). Las razones de este crecimiento son varias, pero ocupa un lugar crucial la alimentación y la implementación del silo de maíz de precio competitivo.
Uso del silo para la producción de ensilado para ganado vacuno
Esta estructura permite crear el llamado ensilado de maíz, que es una solución alimentaria abundante, de alta calidad y bajo precio. Su implementación permite incrementar la carga y performance animal (mayor producción diaria e individual de leche y mayor ganancia diaria de peso), lo que impacta positivamente en la producción por unidad de superficie no solo de leche, también de carne. Esto volvió al silo metálico (que es mejor que el silo bolsa) y al ensilaje en las bases infraestructurales y dietéticas de muchos sistemas lecheros.
Usar el silo de maíz de precio asequible es ideal para satisfacer las necesidades alimentarias de las vacas de ordeña y como preparación para el ensilaje para vacas secas, preparto e, inclusive, recrías. Actualmente, son muchas las empresas en México que se inclinan por la intensificación de los planteos de recría de terneras, donde los silos son la estructura crucial en la producción de sus alimentos para garantizar ganancias constantes de peso hasta que llegan a la edad de preparto.
Ahora bien, en sistemas intensivos donde las vacas de ordeña no son llevadas al campo a pastorear, llegan a consumir diariamente 25 kg de materia seca, donde el ensilaje de maíz llega a representar el 50%. En ellos, los gastos en alimentos oscilan entre el 65 y 70% del total de gastos directos de un tambo. Para sistemas menos intensivos, no se depende tanto de la calidad del ensilaje producido, pero sí de la calidad del pasto que consumen las vacas durante el pastoreo.
En el caso del sistema de producción de carne, el silo para granos es usado para producir alimento que ajuste la carga en épocas del año donde escasea el forraje. Se usa también para corrales de iniciación y terminación y en zonas de crías, donde se diseña para el autoconsumo de los animales y optimizar la ganancia de peso. Cabe agregar que la respuesta esperada con la instalación del silo en sistemas ganaderos depende, principalmente, de la categoría animal y su uso adecuado en las dietas.
Para que el alimento producido con los silos posea un alto valor nutricional, es importante ser muy atento durante el picado del forraje, su compactación, dimensiones, altura del corte y procesado de la materia prima. Usar adecuadamente los silos metálicos y seguir correctamente los pasos para almacenar los granos preparados posibilitará la obtención de mejoras en carga animal por hectárea, además en aumento de peso, producción individual, entre otros.
En las dietas donde se utiliza mucho el silo de maíz de precio competitivo, será indispensable balancear el aporte de proteínas de la ración de forma cuidadosa. También es crucial una adecuada extracción del ensilaje para reducir los desperdicios y maximizar los beneficios económicos. Con respecto a los tipos de silos que pueden usarse para la alimentación de ganado vacuno, destacan los siguientes:
Silos de torre
Son construidos con diversos materiales, como hormigón, vigas de madera o concreto y chapas de acero inoxidable. Se diseñan en varias formas, pero, usualmente, los usados para producir ensilaje son descargados desde su parte superior. En el pasado se realizaba esta tarea con rastrillos, no obstante, actualmente se utilizan descargadores mecánicos.
Silos de búnker
Consisten en trincheras, que, comúnmente, se fabrican con hormigón, además son llenados y comprimidos con tractores y máquinas de carga. Destacan por su bajo precio y son buena opción para sistemas intensivos. Una vez rellenado el bunker, es recubierto con una carpa para asegurar su sellado hermético. Generalmente, su descarga se realiza con cargadores y tractores. Son estéticos y poseen un tubo para que el ensilaje pase a una planta de procesamiento.
Silos de polietileno
Reciben también el nombre de tolvas. Son una excelente opción para procesos agroindustriales, además destacan por su fácil transporte y ligereza. Son muy resistentes, además el polietileno es de grado alimenticio, por lo que mantiene el ensilaje en óptimas condiciones y no altera sus propiedades. Cabe añadir que puede ser reforzado, lo que aumenta tanto su durabilidad y resistencia como su capacidad de almacenamiento.
Si piensan rediseñar su sistema de alimentación para vacas lecheras o de engorda, consideren la implementación de un silo con ayuda de expertos. En Meprosa, los encontrarán. Pidan más información a través de la línea (668) 816 0150 o llenen con sus datos el formulario disponible en nuestro sitio web.