El silo es una estructura sumamente útil para el almacenamiento de granos y forraje. Para lograr este cometido, tiene que fabricarse con materiales específicos y de alta calidad, que no contaminen los materiales y sean durables. Usualmente, se utiliza el acero inoxidable, por su excelente resistencia. Muchos consideran que el hecho de que sean consideradas como «inoxidables» las aleaciones ferrosas con cromo evita su oxidación, pero el acero también puede oxidarse si no se aplican los mantenimientos adecuados.
¿Por qué se oxidan los silos de acero inoxidable?
El acero inoxidable utilizado en los silos metálicos, que son más convenientes que los silos bolsa, es definido como una aleación de acero con un contenido mínimo de cromo del 12%, aunque puede contener otros metales, como níquel y molibdeno. El cromo es el que le confiere sus excelentes propiedades de resistencia a la corrosión, lo que se debe a su capacidad de combinarse con el oxígeno para producir una capa protectora de óxido de cromo en su superficie.
La película metálica se adhiere muy bien al acero, además es inerte e insoluble a muchos medios corrosivos. A esto se le conoce como la cubierta pasiva del acero inoxidable del silo. La película de óxido de cromo tiene una propiedad particular: se regenera o repara fácilmente en presencia de oxígeno, por tal motivo, si ocurren cortes, golpes, daños por abrasión o ataques químicos, se restablece muy rápido y retorna a su condición pasiva.
Esto es muy útil para proteger a los silos, no obstante, deben saber que todos los metales, incluido el acero inoxidable, presenta oxidación ante el contacto con el oxígeno. Lo crucial aquí es la manera en que los óxidos se producen. Lo que vuelve un material especial al acero inoxidable es que su oxidación se da con la formación de una pátina delgada.
La última consiste en una capa muy fina de óxido de cromo con tonalidad verdosa, que permanece sin alteraciones ni aumentos de volumen. Si ocurre una rasgadura en esta capa, se generará más cromo para oxidarse, lo que produciría una nueva capa de oxidación. A esto se le llama regeneración del inoxidable. No obstante, su presencia puede ser notable con el pasar del tiempo y pueden ocurrir problemas, como fisuras o desprendimientos.
¿Cómo solucionar los signos de oxidación?
Sepan que la oxidación es bastante común en un silo para granos de acero inoxidable, especialmente si tiene muchos años de uso y exposición. Afortunadamente, aplicar algunas medidas permitirá corregir los signos de oxidación y conservar la estructura por más tiempo. En caso de que la oxidación se encuentre en la superficie, puede retirarse con un papel de lija y la aplicación de pintura en la zona. Una vez hechas las reparaciones de las uniones, recomendamos que revisen la presencia de nuevos y pequeños agujeros en la soldadura.
Es importante considerar también los agujeros y la profundidad de la corrosión del ventajoso silo para el almacenamiento de grano. La mayoría de las roturas de grandes dimensiones que se presenten en la estructura por oxidación pueden repararse con un parche, que pueden utilizarse para fijar o cubrir una zona con corrosión donde el acero comienza a ser muy delgado como para remediar con una lija y repintado.
Es importante que el silo esté vacío antes de iniciar las reparaciones de la zona dañada. Utilicen tijeras resistentes para cortar los desechos metálicos y suavizar los márgenes de la rotura. Tomen los desechos de metal y corten un parche. Es importante que sea lo suficientemente grande para abarcar la rotura. Se recomienda que sea 2 cm más grande que la zona a cubrir. Para limpiar el metal, utilicen ácido. Por último, suelden el parche y repinten las uniones soldadas por el interior y exterior.
¿Cómo evitar la oxidación?
Se recomienda limpiar y secar en el sentido del pulido del metal y no a través de él. Las huellas de manos y polvo deben limpiarse regularmente mediante una esponja, trapo suave o microfibra humedecidos en agua con jabón. Por ningún motivo deben usarse fibras de alambre ni tampoco productos abrasivos, ya que pueden dejar arañazos en la superficie de la estructura.
Tampoco se recomiendan los limpiadores que contengan cloro en altas concentraciones o que permanezcan en las superficies por tiempos prolongados. En caso de usarlos, deben diluirse y disminuirse el tiempo de exposición, además enjuagar con agua abundante. También es importante la limpieza para garantizar una estética durable y mantener en óptimas condiciones su capa resistente a la corrosión. De esta manera, se previene la acumulación de polvo o suciedad, que puede volverse un foco de corrosión.
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