El cultivo de trigo es una de las actividades económicas más importantes del mundo y que supone una de las bases para la alimentación y el desarrollo de las sociedades modernas tal y como las conocemos; este proceso se divide en fases que incluye la preparación de la tierra, su cultivo y la post cosecha. En la última etapa es donde es más importante salvaguardar la calidad de los alimentos para que logren conservar todas sus características físicas y nutritivas para no perjudicar al consumidor final.
Para llevar esto a cabo es importante contar con herramientas que se especialicen en almacenar los alimentos, mientras se conservan apropiadamente; una de las más destacadas es el silo; una estructura alta que se instala en casi todos los centros de cultivo y que posee características físicas y técnicas que permiten guardar grandes cantidades de alimento para ser conservados y almacenados hasta el momento de su distribución hacia los diferentes clientes y consumidores.
En estos espacios se busca, en términos prácticos, «detener el tiempo» para los granos y cereales que se resguardan allí, que de no conservarse apropiadamente, empezarían a descomponerse poco a poco respondiendo al ciclo natural de la naturaleza y yendo en contra de los tiempos de las cadenas de producción de la industria alimentaria al propiciar el crecimiento de microorganismos, hongos y atraer plagas que descompongan la comida.
Al controlar los niveles de temperatura y humedad, las industrias agroindustriales tienen el poder de conservar las condiciones de un alimento fresco, mejorando significativamente la calidad de los productos que se consumirán y sin la necesidad de emplear conservantes artificiales que destruyen los valores nutritivos de la comida y pueden llegar a generar consecuencias a largo plazo para las personas que la ingieren.
¿Cómo se realiza el almacenamiento del trigo?
Para realizar el almacenamiento de este cereal después de la cosecha, es importante llevar a cabo diferentes fases; a continuación las mencionaremos:
Limpieza
Antes de almacenarlo, es importante eliminar todas las impurezas del trigo, como piedras, paja, maleza, granos provenientes de otros cereales, residuos plásticos, entre otras; este proceso se realiza de manera manual y es posible realizarlo más rápido empleando una banda transportadora que permita dirigir todo el cultivo hacia una dirección de manera mecanizada y elaborar una inspección manual de todas los elementos extra para erradicarlos del producto.
Almacenamiento
Una vez que se tiene el producto en su versión pura y sin malezas que pudieran interferir con la calidad del producto, se pasa a la etapa más importante: el almacenamiento; en esta, es importante controlar diferentes condiciones ambientales y estratégicas que permitan conservar las características del cereal. Para llevar esto a cabo es importante no propiciar el desarrollo de hongos, insectos o bacterias que se dediquen a atacar el cultivo e impedir su consumo humano y animal.
Se debe tener en cuenta dos medidas fundamentales: la temperatura y el nivel de humedad en el aire; los niveles ideales de estas condiciones ambientales son exactos y no pueden variar ni un pequeño porcentaje pues de hacerlo cambiaría por completo el destino de la cosecha. En el caso de la humedad, se debe mantener en niveles inferiores al 67% ya que las bacterias y hongos sobreviven mejor en entornos donde esta medida es superior, y para la temperatura se deberá ajustar en función de la cosecha en específico.
Para regular estas dos medidas y mantenerlas en niveles estables, se realiza una técnica que es propia del silo para granos: la aireación; con esta técnica es posible mantener los niveles de humedad dentro del rango seguro y obtener una temperatura ambiente estable que favorezca un almacenamiento prolongado del trigo y sin la aparición de pequeños focos de humedad que den lugar a zonas de infección por bacterias y hongos.
Igualmente, esta técnica evita que los insectos se asienten en el silo ya que estos normalmente llegan, se reproducen y desarrollan en entornos cálidos que rondan los 25 a 33 °C. De la misma manera, esto mantiene el ambiente lo suficientemente fresco para conservar el trigo pero no demasiado cálida como para secarla demasiado y hacer que pierda sus propiedades nutritivas. Si por algún motivo las condiciones climáticas del lugar o la época del año no permiten esta técnica, siempre puede optar por un sistema de refrigeración artificial.
De esta manera, cualquier industria es capaz de generar productos con una excelente calidad y sin preocuparse demasiado por la conservación de la calidad del trigo desde su cosecha hasta su consumo; si usted también desea esto, no dude en preguntar a nuestros asesores sobre la adquisición de un silo para su proceso de producción, llamando al (668) 816 0150 o visitándonos en Blvd. Fco. Agraz Santana #1330 Nte., Col Teresita, 81249, Los Mochis, Sinaloa.