Al momento de elegir entre los diferentes tipos de naves industriales, ya sea para comprar una o para planificar su construcción, se debe tener en cuenta una amplia variedad de factores, puesto que representan una inversión significativa para cualquier empresa, y al mismo tiempo son un espacio fundamental para llevar a cabo sus actividades.
Además de la inversión económica que representa la nave industrial en sí, se deben tener en cuenta otros factores que pueden afectar las actividades que llevarán a cabo dentro de la nave. Tanto si es para uso empresarial, para uso agrícola o para un comercio, ya sea de nueva creación o si se trata de un cambio de ubicación o una ampliación, en cualquiera de los casos, a continuación les daremos algunos consejos para acertar lo más posible en la elección o la construcción de su nave industrial, para que lleven a cabo sus actividades de manera eficiente y se adapte a sus necesidades a la perfección.
Nuestro primer consejo es que dimensionen la inversión que van a realizar. La construcción de una nave industrial representa un desembolso económico significativo, por lo que deben tener en cuenta las cifras financieras actuales de su negocio y las previsiones de crecimiento. De acuerdo con su economía pueden elegir si comprar, alquilar o construir la nave, deben siempre calcular los diferentes escenarios posibles.
Una parte fundamental es elegir el terreno donde se va a construir la nave industrial. Lo más recomendable es elegir una ubicación cercana a los servicios y suministros básicos, como los servicios de agua, luz, alumbrado público y drenaje, pero también debe estar cercana a la zona de trabajo o donde desarrollan sus actividades principales, dependiendo del giro de su industria.
Otro punto muy importante es que analicen las conexiones y las vías de comunicación para el transporte en la zona donde se encuentre la nave. Existen diferentes opciones para el uso de las naves, y dependiendo este debe ser el tipo y el acceso del transporte que necesiten. Si se trata de una nave donde almacenarán o producirán productos que requieren de constante trasporte, es necesario que las vías de comunicación sean accesibles tanto para sus trabajadores como sus proveedores.
La mayoría de las veces que se eligen naves industriales se calcula el tamaño dependiendo de las necesidades actuales de las empresas, sin embargo, lo mejor es elegirlas de acuerdo con las perspectivas de crecimiento realistas. De lo contrario, si la empresa crece y no calcularon el espacio que requerirán en el futuro, tendrán que hacer modificaciones o invertir nuevamente en otra nave industrial.
Tengan en cuenta, de igual manera, la inversión necesaria para el acondicionamiento extra que requieran para la nave. A pesar de que sea construida a la medida, durante las actividades industriales se deben realizar las modificaciones que se necesitan para sus negocios, desde instalar más potencia en los suministros para una nueva maquinaria, hasta adaptar espacios o secciones para equipos en específico. Asimismo, deben contemplar los gastos de mantenimiento que requerirá la nave a mediano y largo plazo.
Otro consejo es la instalación de sistemas de seguridad de la nave industrial; la seguridad debe cubrir todas las necesidades del negocio, dependiendo el giro y el uso de la nave, pero también deben pensar en la economía de su negocio, puesto que los sistemas de seguridad más complejos pueden ser muy costosos. Lo mejor es buscar un equilibrio entre la economía y la seguridad.
Al momento de la construcción de las naves industriales deben consultar las normativas de seguridad, municipales y urbanísticas que afecten la nave en la zona donde será edificada. En algunas ocasiones, para iniciar el funcionamiento de las operaciones dentro de la nave, deben certificar la nave y acreditar la seguridad de la construcción.
El elegir el tipo de nave industrial para realizar sus actividades es una tarea compleja, que puede requerir de mucho tiempo y planeación; además de la inversión necesaria para llevarla a cabo. El mejor consejo que podemos darles, por encima de los otros, es que pongan todo el proceso en manos de un profesional con experiencia y que les transmita confianza, para que los ayude no solo en la selección de la nave, sino que también se encargue de la construcción de manera integral.
Existen cuatro tipos de naves entre las que pueden elegir: la primera es la nave con estructuras de acero. éstas son las que más comúnmente se usan, puesto que son fáciles y rápidas de construir. Tienen la ventaja de permitir obtener espacios iluminados más grandes, sin la necesidad de montar pilares dentro del inmueble.
Las naves de concreto prefabricado, al igual que las anteriores, son fáciles y rápidas de armar, ya que usan elementos prefabricados, sin embargo, la iluminación se encuentra en desventaja, pues no llegan a ser muy altas; además, su tamaño se limita a las características del concreto prefabricado. Las naves de concreto in situ son el tercer tipo, las cuales a pesar de ser las más económicas, están casi en desuso, puesto que los tiempos de construcción son largos y presentan carencias en la iluminación natural. Su única ventaja es que la nave se puede realizar en forma de edificio.
Por último están las naves mixtas, que se construyen con una combinación de estructuras de acero y concreto para realizar formas geométricas especiales en el inmueble. Su principal ventaja sobre las construcciones normales de concreto y acero por separado es el ahorro en costes de materiales, puesto que durante el montaje se pueden realizar procesos conocidos como pretensado y postensado, para mejorar su desempeño, calidad y resistencia estructural.
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