Si bien una banda transportadora se fabrica con componentes de alta resistencia y según estándares de calidad, es propensa a sufrir varios daños, que se clasifican en daños normales y evitables. Los primeros pueden manejarse y reducirse para incrementar la vida útil del equipo, en cambio, los segundos pueden prevenirse por completo.
Minimizar cualquier tipo de daño en las bandas transportadoras, que son un mundo de beneficios para las industrias, es crucial al trabajar en el diseño del sistema y establecer programas de mantenimiento efectivos que optimicen el transporte. Los últimos deben ser prioridad, debido a que marcan la diferencia entre equipos eficientes y no eficientes.
En una publicación anterior, mencionamos cinco tipos de daños evitables en cintas transportadoras: roturas por impacto, problemas por aprisionamiento, desalineamiento de la banda, separación de sus capas y deterioro en la capa superior. Si bien son los más comunes, hay otros que deben considerar.
Al determinar el problema latente, es posible aplicar soluciones que eviten paros operativos imprevistos, demoren las entregas y aumenten los costes de producción. En esta publicación, mencionaremos otros seis daños importantes, que son evitables con medidas al alcance de sus manos.
Daños causados por objetos ajenos
Se trata de un problema difícil de controlar. Por ejemplo, si una pieza metálica suelta accede a la cinta transportadora, quedará incrustada en ella. Si dicha pieza llega hasta el tambor de mando, cortará la banda de forma longitudinal. Este es un daño imprevisto y se realiza rápidamente, lo que explica lo difícil que es su control.
Hay algunos métodos que evitan este tipo de daño, por ejemplo, detectores de metales, zarandas y monitores de video, aunque, al instalarse, la banda permanecerá vulnerable a objetos ajenos. Otra solución es colocar una cinta corta con separadores magnéticos al inicio del proceso.
Grietas y resquebrajamiento del revestimiento superior
Se trata de un problema que aparece por diferencias entre las cintas y el tamaño de las poleas. Las cintas poseen un radio mínimo de curvatura, que depende del espesor, cantidad de telas y material de confección. Al girar la banda sobre un radio muy estrecho, sufre una sobretensión, lo que causa resquebrajamiento en el revestimiento superior y daños en el recubrimiento inferior.
Colocar una cinta de mayor grosor no asegura un aumento de la vida útil de la banda transportadora, debido a que, ante pequeños diámetros de rolos, incrementan las tensiones a la que son sometidas. Las grietas pueden observarse si el caucho tiene mucho tiempo de uso o el material transportado no es compatible con las características de la cinta.
Daños por exceso de calor
Cuando se transporten materiales calientes y no se usa una banda transportadora compatible, ocurren daños en la capa superior de la cinta, separaciones de las telas o formación de agujero. Esto puede ser de forma paralela o perpendicular al sentido de la trayectoria. Si usarán materiales muy calientes, asegúrense de usar bandas resistentes a las altas temperaturas.
Falla en empalmes
Este problema ocurre por desalineaciones de la cinta y golpes con la estructura y por efecto de la compresión y tensión de la cinta al no haber una «distancia adecuada de transición». Esta última es entendida como la distancia entre la línea central de la polea terminal hasta la estación de tríos, que posee los grados normales de acanalamiento.
Si la distancia no es la adecuada en los puntos terminales, la banda transportadora de precio competitivo sufrirá estrés, debido a las diferencias de compresiones y tensiones a su ancho. El estrés causa estrés a lo largo de la cinta en las zonas de transición. Usualmente, la rasgadura se da en tres partes. La solución al problema es considerar las estaciones y distancias de transición.
Concavidad de la cinta
Si notan este problema de forma muy pronunciada en las cintas, seguramente operan con productos o entornos muy calientes o hay un ángulo severo de canal, distancias cortas de transición o sobretensiones de la banda. En caso de que el producto transportado pueda atacar a la banda de forma química y hay una concavidad pronunciada, el recubrimiento superior se expandirá o contraerá.
Flexión longitudinal de la banda
Se habla de flexión longitudinal cuando, al colocar la banda, se observa un abandono. Se trata de un problema surgido en la fábrica, por disposiciones inadecuadas durante el transporte y almacenamiento o por sobretensiones. Si su banda presenta este inconveniente, su alineamiento será prácticamente imposible, lo que implica fallos potenciales, como derrame de materiales, golpes de la cinta con la estructura, entre otros.
Las personas a cargo del mantenimiento del sistema deben analizar cada punto planteado en esta publicación para hacer los ajustes necesarios durante paros programados y evitar paradas imprevistas.
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