El certificado Tipo Inspección Federal se entrega a rastros, almacenes fríos e industrias que manejan productos o subproductos cárnicos. Un rastro TIF debe cumplir con las normativas vigentes para garantizar la seguridad, higiene y calidad de todos los procesos para la obtención de carne, desde la selección del ganado, su sacrificio, manejo y almacenamiento del producto y comercialización.
En la actualidad, las preocupaciones sobre la calidad alimentaria en productos cárnicos, vegetales y granos es cada vez mayor, debido a las polémicas de la última década sobre la contaminación debido a bacterias, virus y sustancias prohibidas. Por esta razón, la inspección de rastros, almacenes, bodegas y silos para grano es cada vez más estricta. En México hay dos agencias encargadas para monitorear la inocuidad de los alimentos, tanto frescos como procesados: la COFEPRIS (Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios), una dependencia de la Secretaría de Salud (SSA); y la SENASICA (Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria), que depende de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca (SAGARPA).
Estas agencias son las encargadas de emitir la certificación TIF, para el fomento de los estándares de la inocuidad de productos y derivados cárnicos. Esta certificación está basada en las exigencias internacionales, lo que permite que los productos de los rastros TIF puedan usarse para la exportación a Estados Unidos de América, Canadá y Europa.
En las instalaciones con certificación TIF se puede realizar el sacrificio de animales, almacenamiento frío, lavado de canales, transporte e industrialización de productos y subproductos cárnicos; por ello, están bajo una inspección sanitaria permanente, por personal autorizado que verifica que las instalaciones y los procesos cumplan con las regulaciones establecidas.
El sello TIF en los productos es sinónimo de que cumplen con los más altos estándares y garantizan la calidad e inocuidad para los consumidores. Al cumplir con las normativas nacionales e internacionales se reduce la probabilidad de que contengan microorganismos o químicos prohibidos, por lo que ofrecen la mayor protección a los consumidores.
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