¿Qué material para silos es el más conveniente?

Sistemas de producción pecuaria

Para un óptimo almacenamiento de granos es importante disponer de un silo fabricado bajo altos estándares de calidad. Sin embargo, no es suficiente acudir con una empresa con amplia experiencia en su diseño, fabricación e instalación, también deben considerarse otros aspectos, por ejemplo, los materiales de construcción. Hay diversos materiales disponibles, lo cual puede dificultar el proceso de búsqueda, sin embargo, el metal es el más conveniente por diversas razones que deben conocer.

¿Cuáles son los materiales más utilizados para fabricar silos?

El almacenamiento de granos a granel se logra comúnmente por medio de diversos tipos de silos, entre los que destacan tres métodos de construcción y materiales que se han convertido en estándares dentro de la industria. Se trata de los siguientes:

  • Silos de bolsa. Consisten en grandes bolsas de plástico que son colocados en el suelo.
  • Silos de hormigón. Se trata de recipientes de ingeniería personalizada, los cuales se construyen en el sitio de almacenamiento
  • Silos de metal. Consisten en tanques de acero al carbono, cuyas piezas son atornilladas, moldeadas y soldadas en naves industriales y por expertos en calderería.

Los tres son ampliamente utilizados dentro del sector agrícola y ofrecen considerables beneficios, sin embargo, existen algunos detalles que tienen que considerar antes de inclinarse por uno. Analizaremos a continuación las características de cada material y explicaremos algunas razones por las que deben usar un silo de metal y por las que consideramos que es la mejor opción para el almacenamiento a granel.

Silos de bolsa

Consisten, como se mencionó anteriormente, en bolsas hechas de plástico grueso, las cuales encapsulan montones de granos para preservarlos de las externalidades con potencial de deterioro. La mayoría dispone de diversas capas de plástico de aproximadamente 8.5 a 9 mm de espesor.

En comparación con el silo para granos hecho de acero u hormigón, el de bolsa de plástico resulta bastante económico. Se trata de su principal ventaja y la razón por la que muchos del sector la prefieren, sin embargo, no es viable a largo plazo y hay diversas limitaciones y riesgos que implica considerarlo como una solución de almacenamiento a granel, las cuales enlistaremos a continuación:

  • Solución temporal. Si no consideran la instalación de algún sistema de control de temperatura y ventilación para preservar el grano encapsulado, puede funcionar como una solución temporal. Incluso con tal sistema, no deja de ser de poca durabilidad.
  • Fermentación. Los granos que presentan alta humedad, por ejemplo, el maíz que se usa para la alimentación de animales, son propensos a la fermentación en la bolsa al ser privados de oxígeno.
  • Capacidad limitada. Para los fabricantes no es posible diseñar un sistema bolsa único para almacenar más 200 toneladas de grano a un mismo tiempo.
  • Huella grande. Debido a que se colocan en el suelo, utilizan mucho espacio en un eje horizontal, en vez de horizontal como los otros tipos.
  • Las láminas de plástico son muy fáciles de perforar, por lo que es común que los roedores y escombros dejados por los equipos agrícolas cercanos las rompan con frecuencia.
  • Difícil de descargar. Los operadores no pueden recurrir a la gravedad para sacar el grano de los silos de bolsa; es necesario que sea bombeado.

Silos de hormigón

Se trata de instalaciones personalizadas y permanentes, las cuales se construyen en sitio. Se trata de una opción cuya construcción implica altos costos. Pueden considerarse rentables si son considerados para aplicaciones en los que requieren almacenamientos con diámetros superiores a los 10 metros. El costo no es la única limitante, hay otras que deben considerar si piensan optar por ellos:

  • Plazos variables. Involucran muchos factores de contingencia, debido a que son construidos en el sitio, por ejemplo, condiciones climáticas, las cuales pueden provocar demoras no previstas.
  • Difícil de personalizar. La adición de equipos de acceso industrial, por ejemplo, plataformas, puertas y escaleras puede ser un desafío.
  • Requisitos estrictos de los cimientos. Tienen que ser construidos sobre una superficie firme, que sea capaz de soportar el peso considerable de las estructuras, lo que requiere estudios de suelo adicionales.
  • Flujo disminuido. El concreto, en comparación con el metal, presenta un flujo menor, a menos que sea revestido con un material suplementario como poliuretano o cerámica, lo que implica altos costos.
  • El concreto presenta alta rigidez y puede agrietarse si es sometido a una fuerza considerable, por ejemplo, las provocadas por sismos.

Silos de metal

Se trata de un sistema confeccionado con una gruesa placa de acero al carbono. Pueden fabricarse en tamaños mayores o menores a los 10 metros, e incluso puede llegar hasta nueve pisos de altura. Si bien un silo de metal no es tan asequible como el ejemplar de bolsa, es más asequible que el de hormigón, el cual requiere metal soldado que es más caro que el metal atornillado. Si bien son la mejor opción para el almacenamiento vertical y a largo plazo de granos, presentan ciertas limitaciones que deben sopesarse al considerarlos para su aplicación:

  • Integridad estructural. Si no son construidos por expertos pueden estar sujetos a pandeos verticales, sin embargo, pueden mitigarse con una placa de mayor grosor, construcción soldada y anillos de refuerzo.
  • Corrosión. Todos los silos están sujetos a daños por abrasión e impacto, incluido el metal que tiene que lidiar con el óxido, sin embargo, el acero inoxidable puede remediar el problema.
  • Limitaciones de flujo. Si las soldaduras internas no se efectúan de forma correcta, el flujo de material puede resultar restringido.

¿Por qué preferir el metal?

Para las personas que buscan calidad, valor y velocidad, el metal es el material más conveniente para el almacenamiento de grano a granel, debido a que ofrecen mayor capacidad de resguardo vertical por peso, además, pueden fabricarse e instalarse de forma rápida y bajo entornos controlados. Se trata de una solución a largo plazo y rentable en lo económico. Su instalación requiere de poco espacio, y es posible mantener en ellos condiciones reguladas para evitar la degradación de los granos, por ejemplo, la fermentación.

Los silos metálicos, a diferencia del hormigón, pueden fabricarse en pocas semanas para posteriormente ser llevadas al sitio e instaladas de forma rápida. No es necesario ningún proyecto de construcción prolongado que se halle sujeto a la disponibilidad del subcontratista o al clima. Su fabricación se realiza en un taller por expertos en calderería, por lo que es posible aislar factores de retraso, por ejemplo, el clima, y facilitar un mayor control de calidad.

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