La industria agrícola es una de las más importantes en México. Los campos producen toneladas de granos al año, entre los que pueden encontrar el maíz, la cebada, el sorgo, el trigo, entre otros. Después de su cosecha, y antes de la venta, los granos deben almacenarse en un lugar seguro con ciertas condiciones para mantener su calidad, como una nave industrial o un silo. Si comparamos un almacenamiento de bodega con capacidad de 10,000 toneladas vs. un silo de 10,000 toneladas, encontramos que es más accesible económicamente hablando, el silo. Esto, debido a que el espacio necesario de obra civil y espacio horizontal es menor comparado con el de una bodega. El diseño de un silo ha sido desarrollado con el fin de contener producto a granel en área menor comparada con una bodega, es por esto que vemos, a lo largo de la historia, que el almacenamiento ha cambiado de ser en bodegas a silos.
Por otro lado, existe una ventaja muy significativa en comparación de un silo contra una bodega, la cual es la facilidad de manejo del grano, tanto en la recepción, durante el tiempo de almacenamiento y el embarque.
En comparación con otros productos alimenticios, como lo son la carne o las verduras, los cereales son relativamente más fáciles de almacenar, puesto que no se descomponen con tanta facilidad. Si el grano se mantiene libre de insectos y con un nivel de humedad por debajo a los determinados, este puede durar por muchos años con una mínima pérdida de calidad y con un valor nutricional similar al que tiene después de ser cosechado.
Para evitar los insectos y mantener la calidad nutricional de los granos, deben ser almacenados a bajas temperaturas en comparación con el ambiente, es decir, menores a 30° C. De igual manera, la humedad debe ser igual o inferior a lo permitido para evitar el deterioro causado por los microorganismos e insectos. La humedad permitida varía de grano a grano, por ejemplo, para el maíz donde la humedad óptima para transformación es de 14%.
Cuando existen insectos, las temperaturas de almacenamiento son altas o la humedad está por encima de los niveles seguros, el almacenamiento de los granos es una tarea difícil y las pérdidas se elevan drásticamente, pudiendo perder incluso toda la cosecha almacenada. El tipo de almacenaje y su diseño son factores críticos para la seguridad del grano almacenado. Hay una gran variedad de sistemas de almacenaje, los más comunes para grandes producciones son la nave industrial y el silo. Cualquiera que sea el sistema que elijan, todos deben cumplir ciertos requisitos para un almacenamiento seguro.
La primera característica es que deben cumplir con una estructura de almacenamiento que evite que exista una libre entrada de agua, insectos, roedores y aves, que pueden comer cierto porcentaje de grano, pero más grave aún: infectar con microorganismos que pueden afectar la salud de los consumidores.
En caso de que se vaya a almacenar a una humedad superior a los niveles seguros preestablecidos para cada grano, es conveniente que el sistema de almacenamiento cuente con algún mecanismo para enfriar el grano, lo que evita la generación de microrganismos y moho. Y si por la zona existe un muy alto riesgo de infestación por insectos, las zonas de almacenaje deben permitir la desinfección del grano de una manera fácil y económica.
Si se cuenta con el adecuado sistema de almacenaje, las pérdidas de los productos se reducen drásticamente, y por ende las ganancias serán mayores y en un corto periodo de tiempo puede recuperar la inversión necesaria para obtener un sistema de almacenamiento de calidad, como los silos.
Ventajas de almacenar el grano en silos metálicos
Como hemos mencionado, los dos métodos de almacenamiento más comunes son los silos y las naves industriales. Los primeros requieren de una inversión ligeramente mayor al estar diseñados específicamente para que cumpla con las condiciones que requiere cada tipo de grano. El almacenamiento en los silos es vertical, mientras que el almacenamiento en las naves es horizontal, por lo que los silos metálicos ofrecen una serie de ventajas.
La primera de ellas está en la superficie que se ocupa para el almacenamiento. Al ser un almacenamiento vertical, los silos requieren de mucho menos espacio para su instalación, lo cual es muy importante si no se cuenta con mucho terreno libre o si el costo de este es muy elevado. Si en un silo se requiere de mucho espacio, se puede construir de mayor altura, mientras que en una nave se requiere mayor terreno para poder almacenar más.
La segunda ventaja ya la hemos mencionado, la facilidad que ofrecen los silos de mantener las condiciones óptimas de almacenaje para cada tipo de grano, como el control de temperatura, que se evita la entrada de insectos, aves y roedores, y al tener una humedad controlada no se genera moho. Estas condiciones en un almacenaje prolongado marcan la diferencia del porcentaje de pérdidas.
Una ventaja más consiste en el mejor costo a largo plazo. Las naves requieren de la automatización del equipamiento del transporte de grano para que sea rentable, pero con los silos, la carga y la descarga pueden ser automatizadas con un complemento de bajo costo, gracias al diseño que tienen.
Dependiendo de la aplicación y el uso, pudiera ser la mejor inversión una nave industrial, pero a mediano y largo plazo, cuando se calculan las pérdidas de grano por cada cosecha se descubre que un silo es la mejor opción para el almacenamiento de la gran variedad de granos que se producen en la industria agrícola, por lo que vale la pena realizar una inversión ligeramente mayor, que les traiga los mejores beneficios por varios años que durará el grano almacenado.
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